Mascarillas ICON

Sí. Si tu cabello tiene diferentes necesidades y una única mascarilla para el pelo no las suple puedes alternar las que sepas que van a cubrirlas. Eres tú quien debe considerar cuándo y cuánto usar de cada una de ellas para ir satisfaciendo dichas necesidades e ir modificando la rutina de cuidado conforme el estado de tu melena cambie.

Por supuesto. De hecho es el mayor de los beneficios que obtenemos con este producto, pues es principalmente nutritivo, justo lo que un cabello con estas características necesita. Las mascarillas se encargan de alimentar la melena y cuando te tiñes, desrizas o decoloras estás empobreciéndola, de manera que es necesario nutrirla para que no se estropee.

Cada mascarilla necesita un tiempo diferente de aplicación. Lo habitual es que las dejemos actuar entre 3 y 5 minutos. Eso sí, debes saber que cuanto más tiempo las dejemos actuar, mejor, incluso aquellas como ICON Infusion que son efecto flash. De este modo, dejarás que los activos penetren en las fibras por completo. Finalmente, saber que lo importante es que estos ingredientes se queden en el interior de los pelitos, para lo cual debemos enjuagar con agua fresquita. Este paso es más efectivo que dejar la mascarilla más o menos minutos.

Las mascarillas no son incompatibles con las características menos atractivas de una melena o del cuero. Puedes usarlas en todos los casos salvo en aquellos en los que sufras afecciones graves de la piel, caso en el cual tendrás que buscar el visto bueno de tu médico, especialmente si estás utilizando productos tópicos.

Caspa, grasa, irritación por tinte, pelo muy fino… Todas estas características son compatibles con cualquier buena mascarilla. Lo importante es siempre, como con los demás productos, elegir la mascarilla profesional adecuada.

En el caso del pelo graso, que es cuando más se suele dudar, lo ideal es escoger una que sea muy hidratante y algo menos reducida en lípidos.

Aunque de manera inmediata ambos productos suavizan el cabello y hacen que nos peinemos con más facilidad, lo cierto es que poco más tienen en común.

La mascarilla es un producto pensado para nutrir el cabello reparándolo y cuidándolo para prevenir problemas futuros. Aunque hidrata, su función principal es la de nutrición. Está pensada para aportar beneficios a medio y largo plazo, para lo cual se necesita de un uso que se mantenga en el tiempo. Se aplica después de enjuagar el champú, cuando las fibras están bien abiertas, para que los ricos nutrientes penetren hasta el corazón. Se enjuaga con agua tibia, de manera que ni expulsemos los nutrientes de las fibras por exceso de calor ni sellemos las fibras, todavía, con una temperatura demasiado baja.

El acondicionador es un producto principalmente hidratante, más pobre en nutrientes. Se encarga de mejorar la condición del cabello a corto plazo, haciendo que las fibras se ordenen y pulan para desenredar y peinar el cabello con facilidad y que este quede con brillo. Se aplica en último lugar y se aclara con agua fría para cerrar las fibras y que los ingredientes aplicados hagan su efecto en el interior.

¿Y si tengo que elegir? A hemos visto que son dos productos diferentes. Sin embargo, si solo puedes optar por uno, seguramente la mejor opción sea una mascarilla hidratante. Con ella encontrarás nutrientes suficientes para cuidar el cabello e ir mejorando su estado y con su poder hidratante facilitas el peinado (aunque sea en menor medida que un acondicionador).

De manera general, las mascarilla se aplican una o dos veces por semana. Sin embargo, es algo que no podemos decir a ciencia cierta, pues hay casos en que el cabello se encuentra en un estado que necesita una dosis mayor de este producto.

Si te has hecho algún tratamiento químico o te lo vas a hacer o tu melena está mu maltratada, seguramente sea ideal que uses mascarilla cada vez que te laves el pelo o, como poco, un par de veces por semana más. Es importante que nos des a conocer tu caso que te asesoremos como expertos.